miércoles, 27 de enero de 2010

EL DISEÑO en LA NATURALEZA ¿Qué nos revela?

¿Diseño sin diseñador?


YA CASI se cumplen ciento cincuenta años desde que Charles Darwin presentó la selección natural como explicación de la complejidad y diversidad de la vida. Sin embargo, tanto la teoría evolutiva de Darwin como sus variantes más modernas han sido cuestionadas en años recientes. Sus detractores opinan que la pasmosa precisión con que están construidos los organismos vivos prueba que fueron diseñados con alguna finalidad. Algunos de estos críticos son científicos prestigiosos que niegan que la evolución bastara para dar origen a todas las especies de la Tierra.

En ocasiones ofrecen como alternativa la teoría del diseño inteligente, que afirma que la naturaleza ha sido diseñada, y presentan como respaldo de esta teoría argumentos fundados en la biología, las matemáticas o, simplemente, en el sentido común. Los defensores de esta hipótesis promueven, además, su inclusión en los planes de estudio de las escuelas. Si bien es cierto que es en Estados Unidos donde se pelean con mayor crudeza estas “guerras de la evolución”, se observan fenómenos semejantes en Inglaterra, los Países Bajos, Pakistán, Serbia y Turquía.

Charles Darwin presentó la selección natural como explicación de la complejidad de la vida

La sorprendente omisión

Pero en la estudiada exposición del diseño inteligente no se habla para nada del diseñador. Esta omisión resulta cuando menos sorprendente, pues ¿es lógico hablar de diseño sin diseñador? Lo cierto es que los partidarios de esta teoría “no afirman explícitamente qué persona o qué cosa podría ser el diseñador”, señaló The New York Times Magazine. Según la redactora Claudia Wallis, “tienen mucho cuidado de no introducir a Dios en la discusión”. Igualmente, la revista Newsweek subrayó que “no se pronuncian sobre la existencia e identidad del diseñador”.

Ahora bien, es obvio que la cuestión del diseñador es ineludible. En efecto, no es posible ofrecer una explicación completa sobre el diseño del universo y los seres vivos si se oculta la existencia e identidad del diseñador o incluso se deja completamente de lado.

Hasta cierto punto, el debate sobre si debe admitirse la posibilidad de que haya un diseñador gira en torno a las siguientes preguntas: ¿Se estancaría el progreso científico e intelectual si se aceptara la existencia de un diseñador sobrehumano? ¿Es la figura del diseñador inteligente tan solo un recurso muy cómodo para cuando no se encuentra ninguna explicación? ¿De verdad es lógico inferir del diseño la existencia de un diseñador? En el artículo siguiente tocaremos estas y otras preguntas sobre el tema.